Super Salsa Caleña Bowl – FID Lateinamerika, Karibik und Latino Studies

Por Camila Navas López

“Una canción que no envejece es la decisión universal de que mis errores han sido perdonados” Andrés Caicedo

Reclamos, críticas, festejos, comentarios y vítores… Todo tipo de reacciones se dieron después del Show Latino liderado por las famosas cantantes Shakira y Jennifer López en el medio tiempo del Super Bowl llevado a cabo en Miami. Sin duda, sus complejos pasos de baile llenos del swing latino fueron los culpables de acaparar todo el espectáculo. Un gran grupo de bailarines profesionales[1] acompañaron a estas artistas con bailes y movimientos increíbles que las hicieron brillar como nunca. Uno de los grupos, los que bailaron con la cantante JLO, hace parte de una compañía liderada por Luis Eduardo Hernández, mejor conocido como Mulato[2].

Pero, ¿De dónde salieron estos talentosos bailarines? De una ciudad reconocida como “La Sucursal del Cielo”, pues además de su nombre celestial se trata de la capital de la salsa. Cali, oficialmente llamada Santiago de Cali[3], es popular por su ambiente alegre y fiestero, liderado por su baile típico que no puede faltar en las esquinas de esta ciudad colombiana: la salsa. A pesar de que este estilo de baile no nació en Cali, esta ciudad se apropió de la salsa, incluso como requisito cultural. Además de su famoso chontaduro, su riquísima, aunque un poco ácida, lulada y su rico y dulce shampús, Cali es reconocida por su amabilidad y amor a la rumba. Si vienes del extranjero, quieres aprender español, pero también ensalzarte con la cultura caleña, la Topa Tolondra[4] es el lugar indicado para visitar.

Florian Hoffmann, Salsa Basic Steps, LA-style WikiCommons

Ubicado en toda la calle quinta, un poco antes de llegar al centro-centro de la ciudad, esta discoteca, que empezó del tamaño de un pequeño garaje y ahora se amplió para el beneficio de los aficionados a la salsa y la cultura, tenía como proyecto los lunes hacer mesas de idiomas, donde cada quien decidía qué idioma practicar hasta las ocho de la noche, porque después de esta hora, las mesas se movían a un lado y comenzaba la noche salsera.

Siguiendo este amor a la salsa, el escritor caleño Andrés Caicedo[5] escribe su famosa novela ¡Qué viva la música! (1977)[6], donde no solo se baila mucha salsa, sino que se desarrolla un amor al cine y a la rumba e incluso a los excesos. Con ayuda de su narradora y protagonista María del Carmen Huerta, mejor conocida como “la Mona” por su rubia cabellera, Andrés Caicedo describe los corredores y las calles de Cali más recónditos, llenos de sabor y aventuras. La Mona proviene de la clase media alta de Cali, y a pesar de su vida acomodada, ella prefiere dejarlo todo por salir a bailar. Este libro es la única muestra literaria que Andrés Caicedo dejó publicada antes de su muerte, la cual cumplió como una promesa que se hizo desde el principio: morir a los 25 años después de haber dejado huella. Las demás publicaciones de sus libros fueron póstumas. El escritor caleño también es reconocido por su apoyo y avance en el cine y el teatro colombiano y su afición por cantantes salseros como Héctor Lavoe que se pueden escuchar en la Fonoteca del IAI[7].