Conocer el mundo a través de los relatos de viaje

Texto por Maruša Fakin

El tema y el motivo de viaje están presentes en la tradición literaria desde los tiempos más remotos. El deseo de descubrir, conocer y entender lo que está más allá del horizonte conocido es innato al ser humano, así como la necesidad de fijar en blanco y negro las impresiones para dejar un testimonio de lo vivido a la posteridad.

El relato de viaje como género literario existe desde los inicios de la tradición escrita, pero apenas en las últimas décadas ha ganado la atención de los críticos literarios. La principal razón por esta omisión de los estudios es que la definición del género es bastante huidiza. Por un lado la dificulta el hecho de que los relatos de viaje se encuentran en el límite entre la literatura ficcional y factual – los autores muchas veces mezclan sus experiencias reales con pasajes inventados – y por eso algunos lo descartan diciendo que pertenece más bien al campo de paraliteratura. Al mismo tiempo existe una gran variedad de formatos en los que pueden aparecer estos relatos como por ejemplo la autobiografía, las cartas o el diario. Uno de los autores que más se dedican a los relatos de viaje es sin duda el catedrático español, Luis de Alburquerque. En su artículo Los ‘libros de viaje’ como género literario (2006) el autor propone la siguiente definición:

[…] el género consiste en un discurso que se modula con motivo de un viaje (con sus correspondientes marcas de itinerario. cronología y lugares) y cuya narración queda subordinada a la intención descriptiva que se expone en relación con las expectativas socio-culturales de la sociedad en la que se inscribe. Suele adoptar la primera persona (a veces, la tercera), que nos remite siempre a la figura del autor y aparece acompañada de ciertas figuras literarias que, no siendo exclusivas del género, sí al menos lo determinan. (pág. 86)

Como veremos, los relatos de viaje pueden ser una fuente excelente para profundizar el conocimiento sobre cierta región del mundo y al mismo tiempo nos aportan nuevos datos sobre la vida de su autor.

Para acercarnos al género relato de viajes, les ofrecemos dos propuestas de lectura:

Gabriel García Márquez – De viaje por los países socialistas: 90 días en la “Cortina de hierro”, 1978

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En 1957, cuando Gabriel García Márquez tenía 30 años hizo un viaje de tres meses por los países de la cortina de hierro (Alemania, Polonia, Checoslovaquia, la Unión Soviética y Hungría). Mientras tanto escribía crónicas de viaje destinadas a la publicación en las revistas Cromos (Colombia) y Momento (Venezuela). Veinte años más tarde sus observaciones fueron publicadas bajo el título De viaje por los países socialistas. La narración es cronológica, muy detallada y de paso el autor nos sirve sus comentarios de lo vivido.

La portada del libro De viaje por los países socialistas, Gabriel García Márquez

 

Salta a la vista el segundo capítulo que se titula “Berlín es un disparate” en el que García Márquez describe sus primeras impresiones de la ciudad. Destacamos el párrafo en el que cuenta el paso por la puerta de Brandemburgo:

El límite oficial entre los dos Berlinés es la puerta de Brandemburgo, donde flota la bandera roja con la hoz y el martillo. A 50 metros hay un letrero alarmante: „Atención, usted va a entrar en el sector soviético“. Nosotros llegamos frente a ese letrero al atardecer, después de haber conocido a Berlín Occidental. Por puro instinto, Franco disminuyó la velocidad. Un policía ruso nos hizo señas de detenernos, inspeccionó el automóvil con una mirada enteramente administrativa y luego nos dio la orden de seguir adelante. El paso es tan sencillo como esperar un verde en el semáforo. Pero el cambio se nota. Y es brutal. Entramos directamente a la „Unter Den Linden“, la gran gran avenida bajo los tilos, considerada en otra época como una de las más hermosas del mundo. Ahora sólo quedan troncos de columnas ahumadas, portales en el vacío, cimientos cuarteados por el musgo y la hierba. Ni un sólo metro cuadrado ha sido reconstruido. (pág. 25-26)

 

Julio Cortázar y Carol Dunlop – Los autonautas de la cosmopista: Un viaje atemporal París – Marsella, 1963

El autor argentino y su mujer se propusieron un viaje bastante particular. En verano de 1962 decidieron hacer el recorrido de París a Marsella por autopista en su furgoneta sin salir ni una sola vez de la carretera. Las reglas del juego fueron las siguientes:

  1. Cumplir el trayecto de París a Marsella sin salir ni una sola vez de la autopista.
  2. Explorar cada uno de los paraderos, a razón de dos por día, pasando siempre la noche en el segundo sin excepción.
  3. Efectuar relevamientos científicos de cada paradero, tomando nota de todas las observaciones pertinentes.
  4. Inspirándonos en los relatos de viajes de los grandes exploradores del pasado, escribir el libro de la expedición (modalidades a determinar).

(Cortázar & Dunlop, 1983, pág. 29)

El viaje es tomado como un juego y parodia los grandes viajeros del pasado. El humor reside en el hecho de que la pareja toma su viaje como una expedición científica con un objeto de estudio muy banal (la autopista) e incluso adapta el estilo de escritura a un estudio serio. La veracidad de los hechos se sustenta en las fotografías en blanco y negro que acompañan el texto, los diarios de ruta con datos exactos de cada día y los dibujos de los paraderos, una contribución posterior del hijo de Carol, Stéphane Hébert.

Ejemplo de Diario de ruta (Cortázar & Dunlop, 1983, pág. 170)
Dibujo de los paradores Aire De Chaponne, Aire D’Epoisses. Aire de Ruffey. (pág. 101)
Julio Cortázar y Carol Dunlop con sus máquinas de escribir (pág. 189)

Para concluir hay que enfatizar que los relatos de viaje son sin duda un género literario digno de ser leído y estudiado. Nos queda únicamente invitar a los lectores a que saborean sus próximos viajes con la lectura de algún relato de viajes.

Bibliografía recomendada:

  • Alburquerque García, L. (2006). Los ‚libros de viaje‘ como género literario. Diez estudios sobre literatura de viajes, Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de la Lengua Española. p. 67-87.
  • Cortázar, J., & Dunlop, C. (1983). Los autonautas de la cosmopista: Un viaje atemporal París-Marsella. Barcelona: Muchnik Editores.
  • García Márquez, G. (1982 [1978]). De viaje por los países socialistas. 90 días en la «Cortina de hierro». Bogotá: La oveja negra.